Pese al reconocimiento de la importancia de la educación en multitud de convenciones y
declaraciones, los esfuerzos de los actores sobre el terreno para garantizar una educación inclusiva, de calidad y segura continúan siendo insuficientes. Como resultado, el 60% de las niñas y niños en edad de asistir a la escuela primaria en la zona no asisten a clase, lo que contrasta con el promedio nacional (27.2%). La situación es especialmente crítica para niñas y mujeres jóvenes, más vulnerables a la explotación y abuso sexual. Por su parte, las necesidades económicas domésticas exacerban la situación, promoviendo que los progenitores inscriban sólo a los varones en la escuela, siendo las hijas consideradas frecuentemente como fuente de ingresos al contraer matrimonios forzosos. De acuerdo con el Index Informe 2020, el Estado de Borno tiene el mayor riesgo de violencia de género, con una puntuación de 7.8 sobre 10. Este proyecto se considera una buena práctica por una cuestión de construcción de política pública puesto que pone de manifiesto el compromiso de la AECID en procesos de largo alcance y mantenidos en el tiempo con esta población vulnerable y con la agenda de educación en emergencias y en conflicto. También se considera una buena práctica por su incorporación transversal del enfoque de género y por la calidad de los materiales escolares.
